Los humidificadores nos ayudan a mejorar ese ambiente mediante el aumento de la humedad, lo que también se traduce en un menor riesgo de que los microorganismos causantes de infecciones respiratorias proliferen.
* Además, conseguimos que el aire no sea tan seco, lo que evita que el aire produzca irritaciones en la garganta y la piel. Por último, el paso de los resfriados se hace más llevadero.
* Estos aparatos nos permiten regular y controlar la humedad relativa de la habitación de nuestro bebé, y de nuestro hogar en general.